5G y WIFI6: ENSALADA FRÍA DE SIGLAS PARA UNA REVOLUCIÓN DIGITAL

Durante los últimos meses estamos asistiendo a un bombardeo diario de noticias que de manera directa o relacionada tienen que ver con la tecnología 5G. Algunas son un compendio de siglas, acrónimos y nuevos conceptos tecnológicos, en ocasiones difíciles de entender, todo combinado en su justa proporción como esas ensaladas deliciosas servidas en famosos restaurantes. Otras se enfocan en las nuevas relaciones geopolíticas internacionales, en las que Estados Unidos veta a fabricantes de China y anticipan un nuevo modelo de guerra fría, en el que se alinean algunos países de Europa y Australia, aderezando nuestro plato con nuevos ingredientes.

EL 5G, LA PUERTA A UN NUEVO MUNDO

Como tantas otras cuestiones tecnológicas, los saltos evolutivos no se rigen por relaciones lineales, sino que se hace de manera exponencial y siempre nos acordamos de la “ley” que enunció Gordon Moore. En este sentido la quinta generación de telefonía móvil promete, frente a la actual 4G, estas abrumadoras cifras:

Estas mejoras son las que posibilitarán las soluciones que veíamos en películas futuristas y que ahora ya comienzan a ser una realidad. Desde la telecirugía asistida por ordenador, en la que una operación se podrá realizar por el médico especialista desde otro país (ya que hay suficiente caudal de datos y un retardo mínimo), hasta el coche conectado y autónomo, o sensores para registrar datos de la velocidad del viento, la humedad del suelo o la temperatura ambiente y que desde una consejería de agricultura o montes se pueda determinar el mejor momento para cultivar o cuando extremar medidas de protección de incendios forestales.

Estamos en un mundo que se está preparando para el internet de las cosas (IoT), tanto con los anteriores sensores para SmartAgriculture, como los que tendremos en las ciudades para tener SmartCities o en los que construirán la SmartIndustry (Industria 4.0), y para esto es crucial la alta densidad de dispositivos que hace posible el 5G. Recordemos que todos los datos que nos proporcionen los sensores deberemos tratarlos adecuadamente con mecanismos de inteligencia artificial (AI) y aprendizaje de maquina (Machine Learning) para obtener analíticas sobre el Big Data, dada la avalancha de datos que obtendremos de tantos dispositivos.

5G y WIFI6

El 5G va a ser capaz de dar 100 veces más ancho de banda, con 10 veces menos de latencia, a 500 veces más usuarios, que además gastarán un 90% menos de energía de las baterías de sus móviles. Entonces, ¿qué sentido tiene seguir usando WIFI y por qué aparece una nueva generación? Durante este año estamos viendo la aparición de la sexta generación de los protocolos WIFI. Sí, debemos comenzar a hablar de generaciones tal y como lo hacemos en la telefonía móvil.

WIFI6 promete ser la misma revolución al WIFI5 tal y como ocurre en 5G frente a 4G. En el caso de WIFI6 tendremos más velocidad, menores latencias, un mayor volumen de dispositivos y una mayor duración de la batería. Es decir, los mismos beneficios que 5G. En este caso mediante el empleo de una nueva codificación (1024QAM) y uso del medio (OFDMA), casualmente el mismo que 5G pero en banda libre en lugar de en banda licenciada. La teoría dice que WIFI6 será la tecnología para usar en interior, mientras que 5G será para exteriores. Y ambas competirán por estadios, centros de convenciones, teatros, industria, universidades, hospitales, etc.

A día de hoy no podemos anticiparnos a cómo de rápido se adoptará cada una de estas dos tecnologías. Dependerá de certificaciones, producción en gran escala de los chips que lo soporten y sobre todo de los nuevos modelos de negocio y rentabilización que están por venir. Lo que sí que parece claro es que WIFI6 se irá desplegando de manera más rápida: hay equipos (routers y puntos de acceso) actuales que mediante actualización software empezarán a hacer uso del nuevo estándar de seguridad que emplea, WPA3, y sobre todo se han dotado de compatibilidad para que la migración sea suave. En el caso de 5G para hacer esa misma migración suave se utilizarán dos fases, una primera en la que convivirá con el 4G y que se denomina NSA (Non-StandAlone) y una segunda completamente 5G que hará uso de nuevas bandas de frecuencia y explotará al máximo las capacidades del estándar y llamaremos SA (StandAlone). Se habla de 5 años para adopción de WIFI6 y de hasta 15 para 5G, aunque las predicciones en este campo son peligrosas: Bill Gates también estimaba que 640KB deberían ser suficientes para cualquier persona, algo que se ha desmentido en varias ocasiones.

LA GUERRA FRIA DEL 5G

Los modelos económicos digitales ya cambiaron con el 4G, que permitió una conexión continua desde nuestros dispositivos móviles y posibilitó que usásemos de manera masiva servicios como Facebook, WhatsApp, Instagram, Uber o Amazon, compañías que se encuentran en el top de las más valoradas por usuarios e inversores. Pues bien, ese salto digital vino acompañado de un liderazgo en el despliegue del 4G por parte de EE. UU., algo que no se está produciendo con el 5G. Es ese motivo, enmascarado por el espionaje y la seguridad, el que ha motivado que EE. UU. haya vetado a empresas chinas como Huawei o ZTE. Y no solo en la construcción de redes 5G, sino en la utilización de sus smartphones, el uso de Android, obstaculizando compras de empresas como Qualcomm, etc.

Somos muy conscientes de que el cyberespionaje es clave dentro de las nuevas estrategias de confrontación entre países, y ahora comprobamos cómo la antigua guerra fría que conocimos entre EE. UU. y Rusia se ha trasladado plenamente al marco digital. Es la nueva salsa para nuestra ensalada de siglas tecnológicas que viene de la mano del 5G.

Desde Axians España llevamos años colaborando con los operadores de telecomunicaciones para dotar a sus redes de las capacidades y servicios necesarios para redes móviles en sus distintas generaciones. Desde que formamos parte de grupo Vinci Energies, además de hacerlo con operadores, trabajamos junto con fabricantes para colaborar en el despliegue del 5G. Axians España va a ser protagonista en un cambio digital equivalente al que ocurrió con la aparición de los primeros ordenadores personales.